Póngale atención a los estornudos de su gato!

Póngale atención a los estornudos de su gato!

Todos sabemos lo independientes y ágiles que son nuestros gatos cuando están sanos y felices. Pero esa agilidad puede verse disminuida si los afectan algunas enfermedades, en especial las respiratorias. Si su mascota estornuda con frecuencia, presenta salivación excesiva, secreción nasal acuosa o purulenta, pérdida del apetito, fiebre, amanece con los ojos llorosos o “pegados”, es hora de consultar al veterinario, pues podría estar sufriendo de lo que en términos científicos se llama “herpesvirus”, “calicivirus felino” o “rinotraqueitis”, popularmente conocidas como “gripe felina”.

En los gatos, por lo general estos síntomas son causados por agentes infecciosos de origen viral, tales como herpes o calicivirus, responsables del 80% de los males respiratorios en felinos. Si la infección ataca a una gata embarazada, puede haber abortos o muerte de los gatitos si se contagian. De no recibir el tratamiento adecuado, el padecimiento puede hacerse crónico o intermitente. En las consultas se reciben incluso animales en estado grave, con neumonía, poliartritis, rostro y extremidades hinchadas, síntomas de una infección avanzada cuyo desenlace, en algunos casos, puede ser fatal. Las úlceras en la lengua,  garganta, boca y la córnea del ojo también son frecuentes.

Los gatos sanos pueden contagiarse si entran en contacto directo con felinos enfermos o sus secreciones. Esto puede ocurrir si comen o beben agua en el mismo recipiente, comparten la caja de arena o duermen juntos. La situación puede agravarse si se trata de familias que tienen varios gatos, grupos que viven en refugios o en la calle, pues los virus se diseminan con facilidad. Debido a esto el tratamiento debe realizarse aislando al gato enfermo para  evitar la diseminación del virus.

El mayor riesgo de enfermarse lo presentan los gatitos y  gatos ancianos, así como aquellos que presentan enfermedades que comprometen el sistema inmune (por ejemplo: leucemia felina, virus de inmunodeficiencia felina y peritonitis infecciosa felina) y  enfermedades crónicas (por ejemplo: fallas renales, insuficiencia hepática, entre otras).

¡Pero tranquilícese! No se contagia de gato a humano.

Para determinar el tipo exacto de virus que está afectando a la mascota, los veterinarios realizamos un examen físico minucioso, varias pruebas clínicas, análisis de sangre y orina. En casos avanzados, puede ser necesario efectuar radiografías de cráneo y tomografías para precisar el grado de afección o destrucción de los cornetes nasales y las mucosas.

Para tratar las infecciones se utilizan generalmente antibióticos, hidratación, nebulizaciones e incluso terapias con oxígeno. Al igual que en los humanos, el herpes, una vez contagiado, no se cura totalmente, pero puede controlarse y permanecer inactivo, de manera que el paciente lleve una vida normal.

Las vacunas son la mejor forma de prevención, por eso conviene tenerlas al día. Y si la infección respiratoria se presenta, no se descuide y lleve a su gato al veterinario con prontitud. Sólo así podrá seguir disfrutando de una mascota sana.

Secreción ocular y nasal en un gato y un gatito de origen viral


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